25 noviembre 2011

Yo, siendo

Ilustración Princesas (Edelvives)
    No sé por dónde empezar... ni tampoco sé qué es exactamente lo que me lleva a escribir este post de hoy. Creo que este rinconcito cibernético se me antoja en este momento como un pequeño refugio dentro de las idas y venidas de los "estados" y la promiscuidad de decir lo que pienso a cada minuto. Incluso saber lo que piensan los demás, qué hacen, qué van a hacer, que han hecho, qué les gusta... hasta eso, estos días... me aturulla la cabeza. Demasiada información para mi cabecita pensante... demasiada información para la reconstrucción emocional de mi misma, de la persona que soy y de la que quiero llegar a ser...(y de la que quiero llegar a ser...) por eso, cuando hay gente que pone palabras sobre ti, sobre lo que eres, sobre lo que quieres, sobre lo que no... ¿qué hacer con ellas? ¿hacerlas tuyas? ¿desecharlas? ¿evaluarlas?. 
Lo que sé de mí ahora mismo es que voy de camino, estoy cambiando hacia lo que me gustaría ser... me estoy construyendo. Pero frente a esta "gran responsabilidad" que parece que hay en mis palabras, voy a confesar algo más: Yo soy muchas cosas, un mundo lleno de posibilidades (por incluir el puntito poético que podéis añadiros a vosotros mismos). 
    Hace unos meses me recomendaron esta obra de teatro. "Pensé mucho en ti cuando la vi" me dijo. Y siguiendo esta recomendación tan personal, me acerqué a ver "Mejorcita de lo mío". Estando en la sala, pasé de la empatía absoluta a la ruborización personal que producen aquellas cosas que son esencialmente tuyas y que, cuando las muestras a los demás, queriendo o sin querer, te hacen sentir más desnudo... Y sí, en parte, esta soy yo... Qué buena obra de teatro, qué buen guión, qué buena dirección, qué buena actriz, qué buen mensaje... Lo mejor de algunas obras de teatro no es que te emocionen estando en la sala, sino que te sigan emocionando cuando ya estás fuera de ella. Yo, a menudo, en este descubrimiento de quién soy y de quién quiero llegar a ser, todavía recuerdo su mensaje, su humor, su emoción... "Gracias por pensar en mí. Tenías toda la razón".

09 noviembre 2011

Esa sensación

"El vértigo no es miedo a caer, sino deseo de volar..." 

Busco esas palabras de Jovanotti y debe ser una canción, y debe ser también algo que lleva a recorrer-te las emociones y los deseos, las descargas de ti mismo, de ese ser humano tan complejo que algunos viven en un ovillo de lana enredado y agónico y otros mirando hacia el frente con una leve sonrisa en el rostro. Teatro. Vida. Mundo. Hoy recuerdo estas palabras como en la ambigüedad en la que me encuentro... "El vértigo no es miedo a caer, sino deseo de volar..." 

Esa frase contiene una ambigüedad compleja, pero tiene sentido.



04 noviembre 2011

Réquiem por un sueño

Esta película es una de esas maravillas del cine que hay que ver en algún momento de nuestra vida. Dirigida por Darren Aronofsky, Réquiem por un sueño (2000) tiene un estilo experimental, una fotografía fabulosa y es una de esas pequeñas joyas que te recuerda a Trainspotting, de Danny Boyle. Lo que no todo el mundo sabe es que el germen de esta película es la novela homónima que  Hubert Selby Jr., uno de los iconos de la escritura beatnik, escribió en 1978.

En el año 2000, tras coguionizar la película de su novela Réquiem por un sueño, Hubert Selby Jr. escribió para un periódico: "Lo extraño, en realidad, es que todavía estoy vivo, y que periódicamente publico un libro. Creo que tiene que ver con aquella sentencia de muerte que me dio el médico cuando era joven. Que se vaya a la mierda, pensé entonces. Nadie me dice lo que tengo que hacer”. Afectado por una grave enfermedad pulmonar a la edad de 18 años, cuando trabajaba como marino mercante, le diagnosticaron apenas unos meses de vida. Él, sin embargo, sobrevivió hasta los 76 años. Hubert Selby Jr. se introdujo en el mundo de la literatura a los 28 años, con el objetivo de contar sus experiencias y las historias de la comunidad marginal en la que vivía con un estilo literario poco convencional. Entre sus novelas escritas durante los años 70 se encuentra también The room, la novela que es considerada por muchos como su verdadera obra maestra. Hubert Selby Jr. murió en el año 2004, sobreviviendo a su adicción a la morfina y a la heroína y resistiendo a la enfermedad pulmonar que le habían diagnosticado sesenta años antes. 

Requiem por un sueño, como muchas de esas novelas de la generación beat, trata de la drogadicción. Son cuatro los personajes principales: Harry, su amigo Tyrone, su novia Marion y la madre de Harry, Sara. 

Enganchado a la droga, Harry suele robarle el televisor a su madre para conseguir dinero. Un día, él, su mejor amigo y su novia, ponen en marcha un negocio ilegal para conseguir dinero rápidamente. Mientras, la madre de Harry, Sara, es elegida para participar en su programa de televisión favorito y decide ponerse a dieta, lo que le lleva a tomar una vía más rápida para perder peso: tomar pastillas para adelgazar. Pero todas estas ilusiones se desvanecen y las cosas se ponen difíciles para los tres amigos y para Sara, que empieza a sufrir alucinaciones. 

Estremecedora, inquietante, emocionante, con una magnífica fotografía, dirección artística y maquillaje y unos buenos actores, las secuencias más experimentales de la película podrían definirse como imágenes que evocan "el viaje por el subconsciente" que provoca el consumo de drogas. Con todo lo que esto supone. Un final trágico para un viaje por las malas decisiones.