23 octubre 2011

Impermeable, de Sonia de Carlos

Después de su paso por festivales como el Festival de Cine de Madrid-PNR, el FEC Festival Europeo de Cortometrajes de Cambrils-Reus, los Premios ACE 2011 o la IV Semana del Cortometrajes de la Arganzuela, entre otros, el cortometraje de Sonia de Carlos, Impermeable, se exhibe este jueves 27 de Octubre en Salamanca.

El cortometraje, con Silvia Gómez y Óscar Nagar como protagonistas, pone de manifiesto las dificultades que muchas veces nos encontramos a la hora de exponer nuestros verdaderos sentimientos. En un sencillo “chico se encuentra con chica”, Sonia de Carlos nos hace reflexionar, de manera sutil y natural, sobre la hipocresía existente en nuestros días mediante un ligero juego del lenguaje cinematográfico.

IMPERMEABLE (Cortometraje. Ficción. 2010. 6 minutos). Con Silvia Gómez, Óscar Nagar y Ana Parra. Guión, dirección y montaje: Sonia de Carlos/Producción: Sonia de Carlos y Montse Santalla/Dirección de fotografía: Paco Dávila/Sonido directo: Oli/ Operador de cámara: Juanjo Domínguez/Ayudantes de producción: Norberto Gutiérrez, Eduardo Hernández y Miriam Montero/Edición de sonido y música: Juanjo Domínguez.

Lorsque nous vivions ensemble

Un amigo me ha prestado esta novela gráfica de 700 páginas que se lee al revés. La he leído en francés, y aunque en un primer momento pensé que eso haría que me durara más de un mes (siempre tengo que contenerme para no devorármelos en un día), me lo he leído en pausados 15 días, todas las noches un poquito, antes de irme a dormir. 700 páginas con dibujos de un trazo cuidado y bonito que tiene un aire de sutileza y flores, como viento. Desde un cuarto de pocos metros, donde habita la pareja, hasta el esplendor de la naturaleza a través de las diferentes estaciones del año, el autor nos deja observar la vida de estos dos amantes que experimentan la dualidad de los cambios sociales: vivir juntos, no casarse. Ambientada en el Tokyo de los años 70, la inseguridad de no seguir esta norma social referente al amor, hace tambalear la relación de esta joven pareja que duda sobre el amor y sobre la vida. El autor, Kazuo Kaminura, siembra la metáfora a través de pequeños motivos extraídos de la naturaleza, como mariposas, pájaros, flores o grillos. La emoción que desprende su lectura y sobre todo, sus dibujos, te deja con ganas de más. Y yo sé que existen 2 volúmenes más. 

08 octubre 2011

Háblame en grammelot

   Me encanta esta escena. Es una de las pequeñas delicias musicales que nos ofrece Charles Chaplin en Tiempos Modernos.    


       Hasta hace unos días, no tenía ni idea de que lo que hace Charles Chaplin en esta escena, tenía nombre. Yo lo he hecho mil veces de pequeña (y no tan pequeña), jugando, riéndome, "interpretando" (tengo un acento francés increíble) y me enteré hace un par de días que a esto se le llama "GRAMMELOT". Este término hace referencia a un estilo de lenguaje utilizado en el teatro satírico. Es una técnica que consiste en imitar onomatopéyicamente ciertos idiomas o acentos, como el italiano, el francés o el español, mezclando de vez en cuando palabras verdaderas con sonidos que no tienen significado. Se trata, pues, de un lenguaje inventado que asociado a la mímica o la pantomima podría ser considerado como una especie de lenguaje universal. Puede ser que su origen se remonte al siglo XVI, cuando los juglares italianos tuvieron que emigrar a otras zonas de Europa para ganarse la vida y, sin conocimiento de otros idiomas, inventaron esta especie de dialecto musical que, acompañado con mímica, les facilitaba hacerse entender y así poder entretener a su público. Maravilloso. 

04 octubre 2011

Occidente te echa de menos

"Caerán las lluvias". "Dentro de poco será octubre y la cosecha estará recogida por completo." Legumbres para el invierno, carne de membrillo para endulzar este cálido otoño de incertidumbre. El hombre de la montaña empujó sus grandes gafas hacia la cima de su nariz, metió las manos en los bolsillos de su pantalón vaquero y suspiró un ligero olor a albahaca, mirando al horizonte. "Si bajo ahora al pueblo a comprar café, estaré de vuelta antes de que sea de noche". Y pedaleó tranquilo, bajando el zigzagueante camino hacia el pueblo. La primera subida, la primera bajada. La segunda subida, la segunda bajada... dejando tras de sí, una montaña de libros sin leer.